Cinco restaurantes recomendados de Motril y Almuñécar

Restaurante Reina Sofía. Situado en el paseo del mismo nombre, junto a la punta de Velilla. Es un local de diseño moderno que ofrece cocina ecléctica y creativa, muy elaborada, en la que se mezclan los platos tradicionales andaluces con las nuevas tendencias. Su chef, Miguel Castilla, se define como atrevido, social, innovador y aventurero. El menú varía con frecuencia, siempre buscando la renovación. Destacan entre los entrantes los langostinos al ajillo al estilo de Cora, el foie con queso de cabra, compota de manzana y mascarpone, o la lasaña de salmón con bouquet de hojas tiernas. Pescados: rape con berberechos y polvo de jamón, bacalao confitado con naranja y canela. Carne: presa ibérica con puré de patatas, compota de manzana y Pedro Ximenez al chocolate, magret de pato lacado a la miel con papas y chips de berenjena. Finalmente entre los postres brownie de cacahuete con helado de vainilla de Tahití, bizcocho de albahaca, mascarpone, higos y helado de yogur, y el tiramisú napolitano. Tiene una amplia bodega con más de 100 referencias.

Restaurante Ana María. Se encuentra en el centro de Almuñécar, en el paseo marítimo de San Cristóbal, bajo el hotel Almuñécar Playa Spa. Tiene una decoración típica de mesón andaluz y su terraza frente al mar es un lugar muy agradable para sentarse y contemplar las vistas sobre la bulliciosa playa de San Cristóbal. Su especialidad son los pescados y mariscos frescos y dispone de una buena carta de cervezas. Platos a destacar: boquerones y calamares fritos, pimientos del piquillo rellenos de bacalao, ensalada de aguacate, mango y langostinos, gambas al ajillo, el arroz caldoso de marisco, y entre las carnes la pierna de cordero al horno.

Restaurante Los Geraneos [sic]. En la Plaza de la Rosa, una pequeña placilla recoleta y pintoresca del centro de Almuñécar. Llama la atención por su clásica decoración al estilo de los patios cordobeses. Evidentemente nos encontramos en un sitio tradicional, de sabor puramente andaluz, aunque con ciertas concesiones a la modernidad en su cocina. Su terraza se llena rápidamente, por lo que conviene hacer reserva. El ambiente es cálido y acogedor. Platos: queso frito, raya con salsa de alcaparras, fideuá, pescaíto frito, salmorejo, solomillo de cerdo ibérico, boquerones en vinagre con aguacate, chuletas de cordero con salsa de yogur, y para terminar repostería morisca, a base de alfajores, mazapanes, o pestiños.

Restaurante Los Faroles. Está situado en el centro de Motril, muy cerca de la Plaza de La Aurora. Es un sitio de cocina tradicional, tranquilo y agradable. Tiene una terraza que da a una calle poco transitada. Estando en una localidad pesquera es de esperar que los pescados y mariscos tengan mucho protagonismo en la carta. Destacan, además del pescado fresco, las berenjenas con miel de caña de azúcar, el salmorejo, el bacalao con tomate, o las quisquillas de Motril. De entre los postres uno de los más tradicionales es la torta real, una especie de versión mediterránea del mazapán castellano, con almendras y azúcar glass.

Restaurante Juan García. En la playa de Poniente, en el llamado Camino del Pelaíllo, frente al conocido Hotel Elba. Tiene la apariencia típica de los chiringuitos costeros, con sus toldos azules para protegerse del viento. El pescado fresco es la base de su cocina. Una delicia única de la zona que podemos degustar aquí es el pulpo seco, solo o con alioli. También se puede ir de tapeo, o de bocadillos, y se trata de un lugar con mucha tradición ya en la costa, de ambiente muy familiar. A destacar: la ensalada tropical, los espetos, el pescaíto frito, la paella de marisco, y para terminar un ron de caña de la tierra, solo o en combinado.


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